El boom latinoamericano se vio influenciado por tres sucesos que marcaron la historia, uno es la revolución cubana (revolución de los barbudos) que estaba gobernada por el general Fulgencio Batista quien había revocado al presidente Carlos Pio, una época llena de violencia, problemas económicos e invasión de Estados unidos.
El 1 de enero de 1959 la oposición dirigida por Fidel Castro en horas de la madrugada junto con tropas del movimiento “26 de julio”, comandadas por Camilo Cienfuegos y el Che Guevara tomaron el regimiento de Campo Columbia y la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, excluyeron del mando al Coronel Barquín, poco después las tropas del Directorio Revolucionario ocuparon el Palacio Presidencial, Fidel Castro quedó al Mando.
El segundo suceso fue el Golpe de Estado en Guatemala, dado el 20 de octubre de 1944 por parte de los trabajadores, estudiantes y militares. Ellos derrocaron al gobierno de facto del General Federico Ponce Vaides y dio pie a las primeras elecciones en ese país junto con un sistema democrático por primera utilizado vez en el país fue nombrado presidente Juan José Arévalo, un educador formado en argentina e inició una serie de reformas políticas y sociales.
El tercero y último es el Neocolonialismo Tras la liberación política de estados, se mantuvieron generalmente las antiguas estructuras económicas, dándose el llamado Neocolonialismo.
La dependencia de las importaciones de la metrópoli, la concentración de la producción en ciertas materias primas para exportar a Europa y Norteamérica, la carencia de los medios técnicos y del capital, y la conservación en ciertos casos de la propiedad de la industria en manos de colonizadores suponen la continuación del control económico sobre estos países.
La devaluación de las materias primas que exportan y la venta de bienes manufacturados de mayor valor añadido generan un déficit comercial nocivo para estos países.
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